La segunda etapa del Rally Dakar dibujaba un recorrido largo hacia el norte argentino, con 324 kilómetros cronometrados con paisajes selváticos. Durante una parte de la jornada, las motos y los cuadriciclos fueron nuevamente separados de los autos y camiones, debido a las características del terreno, de saltos repetidos y curvas cerradas. Desde muy pronto en la carrera, Sainz cumplió con el guión que su estrategia prometía: no dar tregua a sus competidores y atacar con toda la potencia de su Volkswagen Touareg. El resultado final fueron tres minutos y cinco segundos de ventaja sobre el segundo competidor, Peterhansel, y tres minutos y diecinueve segundos sobre su compañero de equipo y subcampeón del año pasado, Al Attiyah.
Al llegar a meta, Sainz reconocía la dificultad de la etapa y comentaba algunos de los problemas con los que se había encontrado: “Otra vez fue complicado por la lluvia. Rompí uno de los limpiaparabrisas y no veía nada, pero estamos bien y en carrera”. El tiempo del piloto al llegar a meta fue de tres horas, once minutos y veintiocho segundos, lo que le permite distanciarse un poco más de Peterhansel, segundo clasificado.
Por último, en la categoría de motos, Cyril Despres (KTM) se adjudicó la segunda etapa, por delante de Marc Coma (KTM), que fue segundo y de David Casteu, quien acabó en tercera posición.
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